SIN FISURAS

 

Por fin llega la carrocería coupé a la familia Q5. Y lo hace de la mejor de las maneras, manteniendo el espacio de cualquier Q5 y con una amplia gama de motorizaciones con versiones de gasolina, diesel y electrificadas. Hemos podido probar la versión diesel de 204CV, denominada 40 TDi, y en pocas palabras, es un producto redondo.

Si no hay miedo a la hora de elegir motorizaciones, y el sobreprecio que hay que reunir para hacerse con una versión electrificada no está muy justificada, la versión 40 TDi de 204CV es sin ninguna duda su elección. Prestaciones, confort, dinamismo, equilibrio en el consumo y por supuesto una atractiva carrocería coupé que encandila, el nuevo Audi Q5 Sportback tiene argumentos de peso para hacerse fuerte en el segmento de los C-SUV.

Mide 4,69 metros de largo, 2,14 metros de ancho y 1,66 metros de alto. Este último es el dato más relevante, ya que apenas es 2 centímetros más bajo que su hermano el Audi Q5. La parrilla frontal incorpora nueva firma lumínica con faros LED, en su lateral se incorporan molduras de aspecto offroad para dar más fuerza al conjunto y en la trasera podemos disponer en opción de pilotos traseros OLED. El nuevo Q5 Sportback cuenta con difusor trasero específico y 3 firmas lumínicas representadas con la letra Q, que cambia cuando accionamos el modo Dynamic. A todo esto hay que sumar, que si un vehículo se nos aproxima demasiado estando parados, por ejemplo un STOP, las luces aumentan su intensidad para que seamos más visibles. Los detalles cromados que podemos ver en todas las versiones pasan a negro en las versiones con acabado Black-Line. Todos los elementos de personalización del exterior del nuevo Q5 Sportback es muy similar al catálogo que ya dispone el Audi Q5, y la lista de opcionables es casi infinita.

Si accedemos al interior, encontramos un habitáculo acogedor, minimalista y bien resuelto, propio de los productos que ofrece la marca de los aros. El salpicadero es minimalista y limpio, sin estridencias y de aspecto muy tecnológico. Encontramos la pantalla central del info-entretenimiento MMI 3 de 10 pulgadas y el virtual cockpit de 12 “. Los asientos son de tipo bacquet y recogen el cuerpo a la perfección, encontrar una buena postura de conducción es cosa fácil. El maletero en nuestra versión diésel apenas pierde capacidad, con unos nada despreciables 510 litros que se pueden ampliar hasta los 1480 litros, e incluso ganar 60 litros con los asientos traseros en posición normal gracias a la banqueta trasera deslizante que hace ganar unos 60 litros. Las versiones híbridas ven la capacidad del maletero algo mermada.

En cuanto a motorizaciones, el Audi Q5 Sportback tiene de todo, desde versiones térmicas diésel y gasolina convencionales, pasando por las poderosas versiones híbridas enchufables hasta el poderoso SQ5. Nosotros hemos podido probar la versión que seguramente más adeptos suscite, la denominada 40 TDi. Ofrece 204 CV de potencia y 500 Nm de par, y va asociado a un cambio S-tronic de 7 velocidades. La tracción es Quattro Ultra. Sabemos que la gente demanda versiones electrificadas, pero también creemos que el tránsito hacia ellas se hará de manera lógica, y quedan todavía muchos años en las que poder moverse en una versión diésel de escasas emisiones y una autonomía de 830 km.

Se ofrecen dos paquetes para su compra, Pack Tour, para desenvolverse en carretera con toda la asistencia de seguridad posible, y el Pack City, para un entorno más urbano. Se elimina la versión de acceso, y todos los modelos arrancan desde la versión Advance. El precio de la variante 35 TDi Advance es de 55.810€ a los que hay que sumar 2.500€ si queremos un acabado S-Line y 3.200€ más si lo queremos Black Line.

COMO HA IDO NUESTRO AUDI Q5 SPORTBACK 40 TDI

Estéticamente gusta mucho la silueta coupé de la carrocería, es un plus de diseño que le sienta de maravilla. Cierto es que los detalles exteriores están muy bien cuidados, pero claro, estamos hablando de Audi. El interior es casi perfecto, la postura de conducción es algo elevado, y nos gusta ir un poco más abajo. Por lo demás, un maletero generoso, amplias plazas traseras para tratarse de un Audi y todo el confort de un CUV premium.

En movimiento es de lo mejorcito de su segmento. El nuevo motor diésel de 204 CV que sustituye al anterior de 190 CV es más elástico y progresivo, y menos tosco. Gira redondo en todos los regímenes, y es tal el silencio que se respira en su interior que a veces parece que vamos parados. No se confíe. Acelera mucho, pero frena también mucho. La caja de cambios es soberbia, sin saltos de marcha ni al acelerar ni al reducir. Los apoyos son muy planos y los balanceos son casi inexistentes. El Audi Q5 Sportback 40 TDi rueda redondo en ciualquier circunstancia. Un serio rival para la competencia que está y la que llegará. Sin poner muchos peros, que casi no tiene, el Q5 Sportback que hemos podido probar durante unas horas es un vehículo a tener muy en cuenta.