ELECTRIZANTE!!!!

 

La versión de acceso a la gama eTron de Audi juega con un as en la manga para ser muy apetecible, y no es otra cosa que su atractiva silueta coupé y sus enormes llantas de 21 pulgadas. Fuera del esnobismo propio de conducir un coche 100% eléctrico premium, el modelo de Audi llega ahora con una batería de 71 kWh de capacidad que entrega 313 CV de potencia, un par motor de 540 Nm y una autonomía homologada de 345km. Su precio es de unos nada despreciables 74.000€ dependiendo si optamos por el acabado Base, Advanced, S Line o Black Edition.

 

Ganas, muchas ganas de acceder al mundo eléctrico que ha creado Audi. Y poder disfrutar por unos días de la variante Sportback del Audi eTron 50 quattro, o lo que es lo mismo la versión con la batería de menor rendimiento. La conclusión ha sido bastante grata y satisfactoria, y si lo que viene en el futuro eléctrico va a ser siempre mejor a lo que hay hoy día, bienvenido sea la electrificación del automóvil. El agrado de conducción, la sostenibilidad, la calidad del producto y el silencio pueden ser argumentos de peso para dar el salto a un vehículo eléctrico “puro”. Lo único que puede echar atrás es su precio de adquisición y la todavía escasa y ruda red de cargadores eléctricos a disposición. Ya es hora de una actualización, y que el producto premium sea más asequible, porque hay que decir que el Audi eTron Sportback 50 quattro es uno de los vehículos mejor diseñados y fabricados de cuantos hemos podido probar a lo largo de todos estos años de prueba. Ni un ruido, la rodadura de los neumáticos prácticamente nula, y todo calidad por donde se mire, ah!!! y unos retrovisores futuristas, opcionales, que no son otra cosa que cámaras de video que emiten en tiempo real y por la noche con aspecto de visión nocturna.

Puede parecer un Q5 con chasis alargado, pero sus medidas de 4,9 metros de largo y casi 2 de ancho con 1,62 de altura lo sitúan cerca del todopoderoso Q8. Emplea dos motores eléctricos, uno en cada eje para de este modo disponer siempre de tracción integral permanente Quattro. El diseño de la versión Sportback es muy atractivo y agradable de ver, gusta y mucho. La parrilla es diferencial de la gama eTron, con salidas de aire para la refrigeración de las baterías y la parte trasera recupera detalles del gigante Q8 como unas falsa salidas de escape que se iluminan por la noche. Las enormes llantas semicarenadas con las pinzas de freno en color amarillo aportan un toque distintivo al conjunto, ya de por sí bastante sublime. No podemos olvidarnos de los retrovisores virtuales que son santo y seña de toda la gama eTron, pero que curiosamente se ofrecen en opción.
Si accedemos al interior, nos recuerdo mucho al Q8 en casi todos los elementos y también en como están distribuidos. Una excepción merece la consola central, hueca y que permite albergar desde el cargador inalámbrico del móvil, dos posavasos y una enorme guantera central. Y en la parte superior el elemento más diferenciador que nos indica que estamos dentro de un eTron de Audi, es la palanca de la caja de cambios que simulando el joystick de un caza de combate aloja el selector de marchas . Es una verdadera joya tecnológica. La organización del salpicadero es similar al que podemos ver en cualquier modelo de la gama alta de Audi. Está dividido en tres partes con virtual cockpit digital de 12,3 pulgadas y las pantallas de la consola central divididas en dos, la de arriba de 10,3 pulgadas para ubicar el navegador y el infoentretenimiento y la de abajo de 8,6 pulgadas para gestionar el climatizador entre otras cosas. Ambas son de reacción áptica al tacto. Los asientos son de corte deportivo los delanteros y ajustan a la perfección. Y en las plazas traseras la ausencia del tunel central hace más fácil la vida del quinto pasajero. Si nos vamos al maletero encontramos un espacio de 600 litros ampliable hasta los 1725 si reclinamos los asientos de las plazas traseras y un pequeño cofre de 60 litros de capacidad, muy al estilo de los deportivos con motor trasero, alojado en el capó delantero y que puede servir entre otras cosas para guardar la cantidad de cables necesarios para la recarga.
Y mecánicamente cómo es la nueva versión de acceso de la gama eTron. Dos motores eléctricos situados encima de cada eje entregan una potencia 230 kW, para entenderse mejor 313 CV, gracias a una batería de 71kWh de capacidad. La fuerza es de 540Nm para conseguir un par primoroso desde el primer segundo, y lograr una autonomía estimado en el mejor de los casos de 336 kms. Realmente, nunca conseguir una cifra mayor que 292 kms. Los dos motores permiten una tracción total permanente en cualquier situación y bajo cualquier circunstancia, pero trabajan en una relación de 75/25 para el eje trasero. Según la demanda de potencia, el motor del eje posterior envía potencia al eje delantero para que así la tracción sea uniforme y no surjan momentos de flotabilidad por falta de potencia. El conjunto de baterías pesa cerca de 700 kilos, y todo el conjunto roza los 2.700 kilos.

En lo relativo a las prestaciones, necesita escasos 7 segundos para lograr el 0 a 100 km/h y tiene la velocidad máxima limitada a 190 km/h.

Puede recargarse en todo tipo de cargador, a excepción de los fabricados por Tesla, y a diferencia de su homóloga que equipa el eTron 55 quattro es más lenta en las recargas. Hay tantas diferencias de carga y recarga como modelos existen en el mercado. Si podemos recargar en una estación de carga rápida necesitará sólo media hora para estar listo y dispuesto para otro 290 kms.
Tiene un precio que va desde los 73.040€ hasta los 115.030€. Puede resultar un tanto exagerado, pero si lo vemos así es posible que no nos encontremos entre sus futuros clientes. En terminos relativos vale lo que cuesta porque todo lo hace bien y mejor aún, te hace sentir bien, con una sonrisa. Es un vehículo pesado que se maneja con extraordinaria facilidad. Su batería de acceso a la gama puede resultar un tanto escasa y recomendemos la versión 55. No se puede tener todo. Por lo demás, es confortable, rápido, manejable, con unos frenos poderosos y un habitáculo de primer nivel donde el silencio es dueño del ambiente. Y es un Audi. No se le puede poner muchos peros, y si hay que poner alguno es que personalmente tengo que jugar un poco a la lotería para hacer con uno. Si el futuro de los coches eléctricos nos depara coches de esta factura, que vengan todos a mí. Ha sido un placer disfrutar por unos días de la esencia premium de un vehículo 100% eléctrico y además, bonito.