CARTA DE LA SEMANA
Nos engañaron, nos engañamos: ¿Qué es peor?
Estimado suscriptor, ¿cómo va todo?
Uno de los primeros vídeos de éxito de mi canal de Youtube se tituló La cara oculta del coche eléctrico, en el que básicamente venía a glosar todas esas cosas no tan bonitas que no se estaban contando del coche movido por baterías: Más que las desventajas, la idea era (es) señalar los gigantescos retos, retos que los promotores, más bien activistas pro coche eléctrico, estaban ocultándonos (y en algunos casos, siguen) en un mundo unicolor donde todo son ventajas y maravillas para todos, y donde no hay el más mínimo atisbo de análisis crítico ni noticia alguna de los problemas que una implementación masiva del VE, como sustituto del coche térmico, plantea.
Si hay algún problema, no te preocupes, “se solucionará”. Y así nos despachamos: compárese este discurso tecnooptimista hasta la médula con su discurso cuando hablan de cualquier otra solución, por ejemplo el hidrógeno, como si esto de la movilidad limpia fuera como elegir entre papá y mamá, Madrid y Barça.
Muchos me tacharon entonces de anti coche eléctrico, incluso de vendido a las petroleras (qué risa, si supieran…), y así, poco a poco, el debate se ha ido enriqueciendo y ahora podemos decir, modesta u orgullosamente que, al margen de mi vídeo, el debate está bastante más asequible y centrado. Donde debía estar. Si he aportado algo a centrarlo, modestamente, bienvenido sea.
Cuento todo esto porque al margen del conocimiento que tenemos de los retos del coche eléctrico y su implementación, es hora de ir abriendo otro melón ahora que tenemos este tema centrado, y en cierta medida maduro: El tema de las cero emisiones. Es todavía un discurso recurrente el discurso de que el coche eléctrico es “cero emisiones”, pero lo más relevante es que así lo consideran también las autoridades, desde las locales a la hora de etiquetar los coches con el parche azul “cero”, pasando por todos los estamentos políticos hasta llegar a los europeos, en los que las emisiones de los coches eléctricos se cuentan como cero.
Todavía tenemos los rescoldos del diéselgate, en el que la industria, capitaneada por Volkswagen, nos tomó el pelo con los niveles de óxido de nitrógeno. Las autoridades, que ahora sobreactúan y sobrerreacionan con este asunto, también tienen su parte de culpa por no vigilar convenientemente*, y al mismo tiempo por perpetuar el ridículo ciclo NEDC, que a base de pasar años las marcas de coches aprendieron a burlar magistralmente (contraste esto con la constante elevación de la exigencia en Euroncap, hasta límites a veces contraproducentes**).
Creo firmemente que sobre el asunto de las cero emisiones las autoridades europeas están cometiendo un error de bulto. Otra vez. Sólo que aquí, en lugar de ser una empresa privada la que nos está engañando, somos nosotros mismos engañándonos a nosotros mismos, o lo que es lo mismo, disparándonos en el pie.
En primer lugar, qué son cero emisiones? Las emisiones de un coche se dividen en muchos subproductos de la combustión de una energía, normalmente fósil, que se emiten al medio ambiente. Tradicionalmente los coches térmicos son máquinas energéticas que van dejando las emisiones por donde pasan. Estas emisiones se dividen entre las nocivas para la salud, y las nocivas para el medio ambiente, efecto invernadero, que van desde el C02 hasta el vapor de agua. Pero la UE sólo habla de cero emisiones; Cero emisiones… ¿de qué?
Lo cierto es que los coches eléctricos no tienen tubo de escape. Cierto. Pero es tan cierto como que la energía que los mueve no la generan unicornios con emisiones neutrales. Entonces, ¿de qué estamos hablando? Un coche eléctrico difiere la producción de su energía a un centro remoto desde el que se distribuye, empaquetada en una cosa que llamamos electricidad. Efectivamente el coche eléctrico no deja emisiones por donde pasa, pero la energía sigue saliendo de algún sitio, en algunas ocasiones sitios muy poco limpios.
Un coche eléctrico emite de manera distinta en función de dónde lo recargues. Del país, me refiero. ¿Estamos teniendo eso en cuenta? Un coche eléctrico cargado en Francia puede emitir como cuatro veces o menos que uno cargado en Polonia. Y no sólo hablamos de emisiones de partículas nocivas, también hablamos, sobre todo hablamos, de C02.
Nótese que no se está poniendo en duda la limpieza mayor o menor de los coches eléctricos, y su superioridad a la hora de gestionar la energía que, limitadamente (en comparación a los hidrocarburos), acumula en sus baterías. Estamos hablando de que la unión europea considera un coche eléctrico como cero emisiones… de C02.
Si esto fuera cierto, habríamos resuelto para siempre el problema de la energía en el planeta. Coja usted un coche eléctrico, y póngalo de fuente energética allá donde haga falta. Tendrá como resultado cero emisiones de C02. El gasto energético de cargarlo ni nos lo planteamos ¿No es maravilloso? Adiós cambio climático.
Que la UE juegue con su vanguardia normativa a salvadora del planeta resulta lamentable desde el punto de vista de la medición de las emisiones, en el que llegamos al contrasentido, ejemplificado en el párrafo anterior, en el que una empresa como Tesla (o cualquier otra que pudiera surgir), marca que vende docenas de miles de vehículos, no emiten según la UE ni un solo gramo de C02 durante toda la vida útil de todos sus coches.
¿No es esto verdaderamente ridículo? Es ridículo por partida cuádruple: ridículo porque evidentemente los coches eléctricos emiten C02 (y otros contaminantes), porque tienen emisiones distintas en función del país donde los uses; porque emiten más o menos C02 en función del coche que uses (no es lo mismo un Jaguar I Pace que un Smart eléctrico), y es ridículo porque las autoridades europeas están confundiendo las cero emisiones que verdaderamente tienen mucho potencial para mejorar el aire de las ciudades, la ausencia de tubo de escape, con eliminar un factor que produce cambio climático, como El C02, del que no están desprovistos.
Vaya por delante que esta reflexión no pone en tela de juicio la conveniencia del coche eléctrico y su potencial para añadir un enorme grado de salubridad en las ciudades, y además mejorar drásticamente las emisiones de C02 en tanto en cuanto sean limpias las fuentes energéticas que los alimenten (cualquier cosa movida por electricidad tendrá siempre emisiones de C02, incluidas las fuentes renovables. El tema no es si cero (imposible) o no cero, el tema des cuántas.
¿Empezamos a centrar el debate, o no?
Este artículo pone en tela de juicio que está flagrante contradicción está generando problemas difíciles de asimilar por parte de la industria, pero además, está favoreciendo mientras tanto a industrias foráneas a penetrar en nuestro mercado con una normativa, la de las falsas cero emisiones de C02, que nos está perjudicando ya de muchas maneras. C02, inocuo para salud humana, que parece que a las autoridades de la UE les interesa bastante menos que el aire que respiramos, que es a donde realmente debería de incidir, al menos mientras otros bloques gigantescos del planeta sigan disparando las emisiones para que nosotros participemos de su crecimiento económico haciéndonos más pobres. No tiene mucho sentido tapar una vía de agua con un dedo, mientras al lado hay una brecha gigante y lo que deberían actuar no hacen mucho por taparla, más bien la promueven.
Esta flagrante contradicción se irá haciendo cada vez más grande según vayan creciendo las ventas de coches eléctricos. Alguno dirá que esto está medido y es el palo de la zanahoria, para acelerar el camino hacia la descarbonización. A mi, personalmente, no me gusta que me engañen, ni mucho menos que jueguen con mi futuro y el de los míos siendo manipulado por un grupo de burócratas que han puesto el ideal de salvar al planeta por encima de los intereses de las personas del a UE (también los votos), personas estas, por cierto, que casualmente viven con sus necesidades muy bien cubiertas.
¿Se habrá planteado alguno cuál es su tasa de emisiones de C02 respecto a un ciudadano medio de la Unión? ¿¿O los políticos también son cero emisiones, al estilo UE? Antes nos engañaron. Ahora nos engañamos. Entre medias, nos haremos más pobres, y si salvamos a alguien, desde luego no será a nuestros vecinos.
*Sobre que una ONG sin apenas recursos de EEUU fuera la fuente que destapó el caso diéselgate habrá que hablar en el futuro con detenimiento, por las implicaciones estratégicas y geopolíticas que conlleva.
** La necesidad de cumplir Euroncap nos ha llevado a coches muy seguros, pero igualmente cada vez más caros y pesados.
Hay muchos temas alrededor de las emisiones que no encajan, empecemos con la manera de medir emisiones en vehículos híbridos, phev y de gas, otro tema sería el etiquetado, si no medimos bien las emisiones como podemos hacer un etiquetado correcto, los nox no se miden? y no sería más fácil etiquetar como en los electrodomésticos… En fin queda mucho por andar pero nuestros gobernantes no saben y no quieren meterse en el ajo adecuadamente.
A la pregunta de si los políticos son 0 emisiones te respondo ya que no, fíjate en los vehículos oficiales coches diésel y gasolina del 2007 o 2008 con 300.000 km y siguen sin cambiarlos.
Hola JF!
Aquí un seguidor tuyo del canal de youtube.
Encantado de seguirte también por aquí, pero solo un comentario. Intenta resaltar algo más la letra sobre el fondo (quizá cambiando el tipo de letra, o poniéndole otro color) para facilitar la lectura.
Un abrazo!
Francisco: excelente nota que comparto totalmente. Si tienes paciencia para que se cargue (el hosting es horrible
y tarda como 6 min o mas) mira este video de 20 min que realice en 2016 sobre como vi la situación del escándalo VW.
https://mecabell.com/enginelawtruth.html
Y sobre los problemas que tienen los EVs tengo algunos articulos, entre ellos este que saca las cuentas para mostrar como no iba a ser considerado una movilidad practica en Europa hasta pasada una o dos decadas.
https://www.linkedin.com/pulse/evs-most-disturbing-issue-perhaps-outside-sergio-bellido/
Yo no tengo seguridad en creer, si este despropósito es debido a la ignorancia de nuestros políticos o es malintencionado, cuando se apuesta por la movilidad eléctrica, una tecnología con unos problemas que en la actualidad no están resueltos y quizás sean irresolubles, cuando se echa la culpa del cambio climático a la movilidad con motores térmicos y no al modelo de sociedad de consumo en general, parece que por ahí van los tiros.
Se podría fomentar el uso de combustibles biológicos (huella de carbono negativa), el desarrollo de motores térmicos cerámicos con una eficiencia energética mayor, racionalizar el uso del vehículo privado, fomentar el uso de las motos de tres y cuatro ruedas, eléctricas con cabina o algo parecido (no es o mismo mover 200 Kg que una tonelada en consumo energético) y desarrollar la legislación necesaria para la movilidad eléctrica orientada a bicicletas, patines y diversos artilugios que sí pueden tener cabida en la ciudad con un consumo energético ridículo que ayudaría a descongestionar la ciudad y mejorar la calidad del aire.
Tantas cosas se podrían hacer, pero es mejor dejar las cosas como están , nos engañamos y dejamos que nos engañen.
Contaminación urbana; calefacción vs tráfico
La calefacción no es sólo una fuente de contaminación de la misma magnitud que el tráfico, es que además es la que sería más sencillo, barato y ventajoso eliminar por medio de la electrificación.
Realmente, de lo que va esto, es de que nos compremos un carísimo coche nuevo.