Película: Años 50 del Siglo XX. En un pueblo perdido, Villar del Río, los lugareños están emocionados ante la supuesta visita de una expedición de diplomáticos americanos con su plan Marshall, aquel reguero de dólares que los Estados Unidos trajo a Europa para desviarnos de cualquier tentación comunista, acabada la segunda guerra mundial. Aquellos paletos (dicho en el sentido más entrañable y romántico del término) pensaban, ufanos, que la visita del maná norteamericano podría cambiar su modesta aldea para siempre. El resultado final de aquella aventura ensoñadora es una secuencia que ha pasado, con todo merecimiento, a la historia del cine. Los coches pasaron de largo…
Más de sesenta años más tarde, el país parece haber cambiado radicalmente. Parece, porque a veces se diría que no hemos cambiado en lo esencial, e incluso, con la información que manejamos hoy en día, diríase que involucionamos.
En el año 2016, un grupo de ingenieros ¿paletos? (dicho en el sentido menos romántico y comprensivo del término) de Valencia hacen campaña para que Tesla Motors traiga una supuesta factoría de gran escala a su terruño, el mismo donde los americanos (pongan aquí entonación musical berlanguiana) ya pusieron en su día una factoría de La For. Para ello, se fundamentan en un informe técnico que nadie les ha pedido mostrando las bondades de su terruño.
La prensa, siempre tan crítica y analítica, se hace eco del asunto, y de ahí al estrellato, osea a Forocoches, donde lo mismo encumbran a un freak prefabricado para participar en eurovisión, que le hunden la vida a una persona, que trollean el concurso online para nombrar a un paquebote de la pérfida Albión.
El fenómeno, lejos de diluirse, se sigue agrandando. Así que a falta de un plan mejor, se genera un efecto llamada (el de la estulticia), en el que el excelentísimo ayuntamiento de Málaga, por mayoría, aprueba una moción para que Tesla venga a éste, nuestro pueblo. El efecto y si no pa mi, y si no pa mi sigue creciendo, y el ayuntamiento de Ourense, Vigo y toda Navarra hacen lo propio. Y ya puestos, toda España, y toda Europa.
Aquí, sentados comiendo palomitas, esperando a ver quién es el siguiente.
Y ya lo hemos conseguido. Un enorme gallinero en el que nos estamos repartiendo por todo el país una gigafactoría de Tesla Motors cuyas probabilidades de ser realidad son menores que las de que a mí me toque el euromillón durante los próximos cinco años. ¿Les suena de algo? Váyanse a dar una vuelta por la península a hacer un tour turístico en todos esos edificios emblemáticos que se crearon para dinamizar la economía y que ahora pintan telarañas y desconchados. ¿Se acuerdan cuando prácticamente cualquier región del país sin circuito quería tener uno para albergar una carrera de la Fórmula 1? En Valencia saben del tema.
¿Es que nunca aprenderemos?
De momento, lo único que sabemos a ciencia cierta de todo este asunto es que Elon Musk, el supercapo del mundo emprendeduril, ha dicho que no tiene planes para traer ninguna fábrica a España. Lo ha dicho porque tal es el ruido que se ha generado en el mundo onlain, que no le ha quedado más remedio. Hacer ruido, ya sea a gritos o en el universo digital, se nos da muy bien. Lo que no se nos da tan bien es recordar que, hasta la fecha, Tesla Motors ha ignorado y menospreciado el mercado español porque:
- Hemos sufrido una crisis galopante.
- Nuestra política medioambiental, esa que te cobra por recibir fotones en una placa solar, produce hilaridad e indignación entre los civilizados. Y los supercargadores Tesla viven de eso, ¿saben? Europa se ha llenado de supercargadores, mientras aquí a duras penas estamos empezando.
- Si te quieres comprar un Tesla, vete a Francia, Holanda, o búscate uno de segunda mano. De momento Tesla tiene una oficinita en Barcelona, preparando su desembarco.
- Algún listo registró Teslamotors.es para hacer negocio, y digamos que eso no ha sentado nada bien en el seno de la compañía-maná (que por cierto, está todavía en pérdidas).
Lo único cierto hasta la fecha es que Tesla ha menospreciado el mercado ibérico, conformado por más de 55 millones de seres humanos, por atrasado, enrevesado y hostil a una empresa supuestamente tecnoecológica. Como para venir aquí a montar una fábrica. ¡Despierten, joder! Me imagino al Sr. Musk dedicando 20 o 30 segundos de su vida a frotarse las manos mientras piensa, seguid, seguid rebajándoos…
Lo que me pregunto, lo que me pone realmente triste, es si a algún grupo de ingenieros de Valencia, de Bollullos de la Mitación (Sevilla) o Sevilla la Nueva (Madrid) se les ha ocurrido alguna vez hacer un informe técnico para presentar a futuros inversores y promover que España tenga el ecosistema para crear su propia marca Tesla Motors. Berlanga Motors, De la Cierva Motors, por ejemplo: Me pregunto si alguien con dinero en este país, que los hay, estaría dispuesto a arriesgar la mitad o todo su patrimonio para hacer algo grande que pase a la posteridad (no, lo siento pero fabricar camisetas de imitación en Bangladesh y tener una logística modelo no es pasar a la historia, por muy rico que seas). Detrás de todo es movimiento, lo que subyace una vez más es la cultura del pelotazo, la cultura según la cual te puedes saltar todos los esfuerzos y pasos que conlleva llegar a hacer algo, simplemente pasando por ahí. Ah, y con terrenos gratis y toda la mano de obra sin cualificar que desee usted, señor americano, también. Seguid, seguid rebajándoos.
A todos estos ingenieros pidiendo que venga Tesla -a los políticos ya ni los menciono- a España lo único que les huelo yo es un deseo enorme de convertirse en fucionarios de Tesla, gente que juega a la lotería a ver si aquí cae algo. Tan triste como español. Año 2016, cómo hemos cambiado. Bienvenido Mr. Tesla y… ¡que inventen otros!
Estando de acuerdo en muchas cosas, sobre todo en lo referente a las políticas medioambientales y e impositivas, he de recordar que este país atrasado es uno de los principales productores de automoviles , con infastructura suficiente para acojer una empresa de ese tamaño.
Ya está bien de considerarnos como paletos.
Que bien es cierto que nuestros políticos no están a la altura de sus gentes.
Estamos suficientemente preparados, hay industria auxiliar para abastecer a cualquier empresa de automoviles y mano de obra cualificada.
Otra cosa es el tema político ,pero si una empresa así no se instala en España sera por eso por política, pero no ,por no estar cualificados.
El problema es «que buscas» en una empresa de este tipo.
Si buscas mano de obra barata y llegar al mayor numero de mercados de forma facil, instalate en la republica Checa, por ejemplo.
Si buscas algo que te de un poco de R&D con cara y ojos, tampoco pensaria en Espanya.
Las marcas que se instalaron en Espanya fueron en todos los casos entre los 50 y los 70. Mano de obra barata, telon de acero aun presente… la situacion geopolitica ahora mismo es muy diferente.
Estaba de acuerdo en todo… hasta que ha decidido hacer de menos al Sr. Ortega. No entiendo qué tiene de malo haber creado la mayor empresa mundial del sector textil DE LA NADA y, ya de paso, tener una de las mejores redes logísticas. Comprendo que haya que «tirar» más por el mundo del motor, pero entiendo que ha estado usted francamente desafortunado.
Así todo, enhorabuena por el programa.
Gracias a todos por los comentarios.
Ramón: Sí, somos uno de los mayores productores de automóviles por el factor mano de obra barata. Desgraciadamente nuestros mejores técnicos del mundo del automóvil no están trabajando en los centros productivos españoles, están trabajando en los centros de desarrollo extranjeros, ya que no tenemos, desgraciadamente, centros de desarrollo con valor añadido autóctonos.
Estoy de acuerdo con «phosphorus Edeemer».
David, no se lo tome muy en serio, hay mucha ironía en el comentario. Por supuesto que es de admirar lo que ha hecho el Sr. Ortega. Pero puestos a pedir, me gustaría que en lugar de gastarse su casi infinito patrimonio en comprar inmuebles en zonas de prestigio por todo el globo, reinvirtiera un poco en darle algo de futuro a su país, como sí hace el Sr. Tesla. Eso es a lo que nos referíamos.