DIESEL, PORQUÉ NO???

Es el “number-one” de los vehículos compactos gracias a la denominación GTi que tantas alegrías ha dado a la casa Volkswagen. Hoy está dispuesto a demostrar el porqué de su éxito con las siglas TDi. Cosa del destino, el “mito” ahora menos gastón y atractivo que nunca.

Lleva más de 25 años rodando por las carreteras de medio mundo y todavía le queda dar mucha guerra. El VW Golf es el niño mimado de la marca alemana, y se ofrece en todas las motorizaciones y con cualquier nivel de equipamiento. Es un vehículo que ya anda por su octava generación, pero aún así sigue siendo referencia válida para la nutrida competencia. Hoy les queremos presentar la variante más apetecible y jugosa, la versión R-Line con motor diesel de 150 CV, el que tantas alegrías está dando a la casa germana. No es la variante más enérgica pero cumple con sobresaliente y además viene acoplado con una caja de cambios DSG que le hace muy atractivo. Preparados, el último Golf llega con argumentos, y estos son implacables.

TDI MEJOR QUE GTI ó R

A la esperar de probar el R de 300 CV, el furor que ha motivado la denominación TDi a las mecánicas diesel, no es fruto de la casualidad. Su energía, su eficiencia y su placer de conducción son armas decisivas. Para terminar de explotar la imagen de deportivo eficiente en Volkswagen dotaron al Golf TDi de una imagen agresiva parecida al de su hermano de gasolina, el Golf R. Si hace unos años el vehículo por antonomasia era el Golf GTi, hoy la cosa no está tan clara, porque conducir un coche rutero, enérgico y ahorrador y bien terminado, con calidad en todos sus apartados deja abiertas muchas dudas a la hora de plantearse su compra. Recordemos que los diésel son el mismo demonio en la tierra. Hoy manda tener una imagen deportiva y ahorrarse a la vez un duro en los viajes. Sin duda este es su coche, el Golf viene a quedarse por mucho tiempo.

150 CV + DSG 6

Porqué decantarnos por el motor diesel de inyección directa de 150 CV. Fácil, es el más equilibrado de todas las variantes de gasóleo, y aunque tiene cerca al motor de 110 CV, este no ofrece las prestaciones y la suavidad de su hermano mayor. Ofrece unas recuperaciones de motor muy parecidas al de 184 CV, y los consumos son parejos al motor de 110 CV. Pero que más esconde el cotizado Golf TDi. Bien, para empezar una imagen exterior claramente diferenciadora, aunque ahora existan modelos parejos como puede ser el caso del Seat León o el Audi A3, dos vehículo que comparten plataforma y bastidor con el Golf, ahora se separan claramente en cuanto a diseño exterior. La imagen de mito creada, y justamente, durante años también le han consagrado y lo hacen ser muy codiciado.

Pero hay más, su motor diesel de última generación es todo un alarde de tecnología. Es suave y progresivo, pero deja entrever su nervio y garra desde bajo régimen, lo que demuestra en momentos puntuales ya que siempre entrega potencia cuando se la necesita. Es rápido, y encima para colmo consume más bien poquito, entorno a los 5 litros rodando a velocidades legales. Tenemos que pensar que aunque tiene sensaciones de motor de gasolina es un coche de mecánica Diesel y como tal hay que tratarle. En las trazadas rápidas se muestra bastante neutro, respondiendo a cualquier insinuación del conductor, apenas balancea y sigue al pie de la letra la trayectoria marcada y frena estupendamente. ¿Se puede pedir más?

Además incorpora una caja de cambios secuencial DSG de 6 velocidades, rápida y precisa que unido al motor TDI de 150 CV ofrece una calidad de uso inmejorable. La vida a bordo es la de un vehículo premium, por mucho que le cueste a la sufrida competencia. Quizás su punto débil sea la habitabilidad interior, pero en esta generación las plazas traseras han resuelto en parte el problema. Por lo demás poco que objetar, el puesto de conducción está bien situado con los mandos ergonómicamente dispuestos y los materiales empleados tanto en el salpicadero como en el interior son de buena calidad y están bien resueltos.

¿LO COMPRARIA?

Con los ojos cerrados. El último Golf es de esos coches que con el tiempo se cotizarán. Quizás los 40.000€ largos de nuestra unidad de pruebas sea algo excesivo, pero hay versiones para todos los colores. Y créanme, el Golf sí es ahora un Golf. Ese compacto que enamoró en su primera versión y que lo ha vuelto a hacer en esta última. Ni qué decirle que espero una unidad Variant con este motor para viajar con solvencia con la familia y todos sus trastos.