EVOLUCION

La octava generación del simpático Fiesta es toda una sorpresa. Hemos tenido la oportunidad de probar las versiones de gasolina y diesel de 125 y 120 CV respectivamente, ambos con caja de cambio manual y con variante de 5 puertas. La sorpresa ha sido muy grata por la calidad de producto percibida. Un producto a tener muy en cuenta.

El Fiesta es para Ford su modelo más icónico, dejando de lado y en otro nivel a las versiones RS o modelos sugerentes como Mustang ó GT. La nueva generación, ya es la octava, presume de ofrecer calidad en todos sus apartados, y realmente es así. Hemos probado las variantes Ecoboost de 125 CV y TDCi de 120 CV y nos ha sorprendido mucho su calidad de rodadura, la calidad de materiales y en general lo bien plantado que va sobre el asfalto. Ford ha huido un poco de los diseños extravagantes y ha racionalizado por fin un producto que siempre ha estado pensado para todo los públicos, pero que últimamente no gustaba demasiado, a pesar de contar una y mil veces de sus excelencias en materia de seguridad, y lo bueno que era su chasis. Ahora por fin, el nuevo Fiesta que cuenta con un diseño menos rompedor, atrae muchas miradas quizás porque puede ser mi próxima compra. Y es que ahora resulta atractivo, y hemos comprobado que va de cine. Nos subimos!!!!!.

Accedemos al interior y la sorpresa es mayúscula, el interior es completamente nuevo y además es muy moderno. Sorprende la pantalla del navegador de 8 pulgadas muy del estilo de los equipados con Mercedes, y los materiales brillantes del salpicadero, ahora muy de moda, y que aportan un plus de calidad. Aquí las dos versiones son idénticas. Una vez colocados en el puesto de conducción, la ubicación de los mandos ahora ha mejorado mucho y los mandos y botones se localizan de manera muy intuitiva. Lo simplificado del salpicadero, minimalista teniendo en cuenta generaciones anteriores, hace que conducir el nuevo Fiesta sea una experiencia de lo más agradable. Una pega que podemos reseñar, es lo grande del volante, aunque esto va a gustos y puede resultar perfecto dependiendo de quien lo conduzca. Aún así, el volante es grueso, cómodo y confortable. La zona donde se ubica la palanca de freno de mano se encuentra bien resuelta y también repleta de botones tan interesantes como el botón ECO, para una conducción por ciudad relajada, control de tracción y el sorpresivo Park Assist. No podía faltar el botón que conecta con Sync3, y ahora la conectividad se amplia con la accesibilidad a la aplicación Waze, situaciones de tráfico en tiempo real.

La habitabilidad también ha aumentado, y tanto en las plazas delanteras como en las plazas traseras se viaja de manera confortable, teniendo en cuenta que estamos dentro de un Ford Fiesta. Lo que más nos ha gustado es su gran maletero, con doble fondo incluido, que ahora está entre los ,mejores de su segmento con una capacidad de 303 litros. Visto todo esto, arrancamos.

SORPRESA EN LA PUESTA A PUNTO DEL CHASIS

Pulsamos el botón de arranque y el sonido de ambos motores nos deja frío, no suena bien ninguno de los dos. Pero una vez estabilizado el cuentavueltas observamos admirados que el nuevo Fiesta posee una buena sonoridad interior, que apenas se perciben los ruidos del exterior, y que se puede mantener una conversación con nuestro copiloto sin tener que elevar el tono de la voz para entendernos. Este punto nos ha gustado mucho, porque si otros valores del Fiesta son determinantes en su compra final, el hecho que puedas conversar con el resto del pasaje de manera nítida es algo encomiable. Un Seat Ibiza por ejemplo es más ruidoso. Así que antes de comentar como rueda por el asfalto el nuevo Fiesta, hay que dejar claro que viajar a bordo del utilitario de Ford ya no es un suplicio.

Chasis, chasis!!!. Lo divertido que es el nuevo Fiesta cuando le buscamos las cosquillas!!!. Mucha culpa la tiene la puesta a punto que es excelente, y además se muestra muy equilibrado en relación a confort de marcha y dinámica de conducción. A ritmos normales, se comporta todavía mejor, las suspensiones absorben todo tipo de irregularidad en la calzada y hacen del nuevo Fiesta un coche muy recomendable para trayectos urbanos. Y además, el nuevo Fiesta equipa un par de motores realmente soberbios y sorprendentes. Vamos a destriparlos!!!!!

Por un lado la variante de gasolina equipa el premiado motor Ecoboost de 1.0 litro de cilindrada y 125 CV de potencia. Un tres cilindros que entrega 170 Nm de par y que logra detener el consumo es unos ridículos 6 litros de promedio. El motor, premiado año tras año, es brioso y en esta ocasión ha mejorado la respuesta a bajo régimen. Si antes de probarlo teníamos ciertas reservas, al probarlo en el nuevo Fiesta todas las dudas han quedado resueltas. Se desenvuelve de manera satisfactoria tanto dentro como fuera del tráfico urbano, y ahora permite realizar trayectos largos con mucha más solvencia. Respecto al motor diésel, el propulsor es completamente nuevo. Y quizás eso es parte de su debilidad, su excesiva juventud. También es tricilíndrico, pero con una cilindrada de 1.5 litros entrega 120 CV con un par motor de 270 Nm. Una cosa es cierta, conseguir los 4,5 litros de promedio que asegura el fabricante es algo realmente imposible. Nos hemos quedado en unos reales 5,3 litros, cifra que está dentro de lo normal. En funcionamiento es cierto que transmite más alegría que el equivalente de gasolina, pero en frío se muestra tosco y perezoso. Una vez alcanzada la temperatura óptima, el motor se desenvuelve bien, pero no llega a la perfección del motor Ecoboost.

Ambos motores se manejan con una caja de cambios manual de 6 velocidades. Ahora es de accionamiento fácil y sencillo y no transmite movimientos parásitos. La dirección asistida y los frenos cumplen con su cometido haciendo que todo sea muy fácil.

En ambos casos el nuevo Fiesta es un coche muy divertido de conducir. Sobresale por motor y chasis, sin dejar de lado su elevado confort interior. Le gusta el tráfico urbano, las escapadas esporádicas y de vez en cuando alguna que otra carretera de curvas. Cumple con todo lo que se le pide y no defrauda.

SENTENCIA

A modo de conclusión, el nuevo Fiesta es un coche más que notable. Consigue muy buena nota en todos sus apartados. Motores brillantes por eficacia y eficiencia. Nos decantamos por la variante de gasolina por su facilidad de manejo y su brío. Además la lista de opciones es extensa y podemos personalizar un Fiesta a nuestro capricho. Nuestras unidades de prueba equipaban techo panorámico y un excelso equipo de sonido firmado por Bang-Olufsen con hasta 10 altavoces. En definitiva, un buen coche que destaca entre la competencia. Ahora, sí que Ford ha hecho unn buen trabajo con su pequeña joya, el Fiesta.