PAPA NOEL y LOS TRES REYES MAGOS

Puede parecer el título de una película navideña, pero lo cierto es que se trata de 3 super-deportivos compactos de raza y un infiltrado, que se ha dejado el traje en casa. Hablamos de los espectaculares AMG, RS, 718 y del apegado M-Performance. Todos se sitúan en el entorno de los 400 CV de potencia, respiran a gasolina por los cuatro costados y están dispuestos a ofrecer sensaciones únicas al volante.

Como los Reyes Magos, cada uno ofrece un estilo y un carácter. A Papá Noel le hemos dejado el menos estiloso, pero con su gracia. A continuación, desgranaremos quién es quién en el nutrido grupo de los compactos recreacionales con un poco de picante. Hemos reunido a un selecto grupo de vehículos de altas prestaciones de tamaño compacto. Pequeñas bombas explosivas, que harán las delicias de todo aquel conductor que sepa lo que se trae entre sus manitas. Vamos a presentarlos. Como Melchor, Audi TT RS, Gaspar, Porsche Cayman S 718, y Baltasar, Mercedes-Benz A 45 AMG; en el papel de Papá Noel, BMW M240i. Hechas las presentaciones, elijan el suyo porque esto arranca ya.

Audi TT RS en su papel de Rey Melchor

La marca de los aros ha creado un fabuloso coupé de estética radical y sonido abrumador. El TT más potente es una verdadera máquina de comer kilómetros, pero si en el menú incorporamos curvas y más curvas, el placer de conducción puede ser apabullante. Todo en el Audi TT RS respira aire racing, desde los asientos tipo “recaro” que sujetan el cuerpo a la perfección, hasta el poderoso alerón trasero que deja bien claro sus intenciones. Sus preciosas llantas de 19 pulgadas y sus prominentes difusores delantero y trasero le aportan un extra estético que le hacen ser muy sugerente y atractivo. Sus enormes salidas de escape emiten un poderoso rugido que encandila a más de uno. Además, ciertos detalles insertados en aluminio satinado como en los espejos y los difusores le otorgan un plus de distinción, algo que ya posee el Audi TT desde su inicio. Si entramos en el interior, la sensación de calidad es muy buena. Todo respira aire deportivo, desde el volante deportivo achatado en su parte baja al estilo de los coches de Le-Mans, los aireadores de diseño circular, la pequeña palanca de cambios, la instrumentación digital y sobre todo y por encima de todo, el nuevo botón de arranque que al estilo de su hermano mayo el R8 se ubica en el volante y es de lo más placentero.

Pulsarlo para entregarnos a una experiencia de otra dimensión, oir bramar sus 400 CV de potencia es todo un placer. Pero también hay sitio para lo más práctico, y es que sigue contando con un correcto maletero de 305 litros, y las plazas traseras sirven para algo más que dejar las maletas que no caben en el maletero. Ahora vamos a lo bueno, su motor, un poderoso cinco cilindros turboalimentado de 2.5 litros de cilindrada que entrega 400 CV de potencia y un par máximo de 480 Nm. Mucha pegada para el pequeño deportivo de Audi. Y además, para que la experiencia de conducción sea muy gratificante el TT RS cuenta con un cambio automático S-Tronic de 7 velocidades, rápido y eficaz, muy eficaz. Y si queremos sacarle un poco más de jugo, contamos con levas en el volante de accionamiento cómodo y rápido que redondea un producto 10. Un poco más adelante contaremos como es su comportamiento respecto a sus contrincantes.

Los consumos se sitúan entorno a los 8 litros, algo moderado, pero Mercedes y Porsche gastan un litro menos, pero hay que tener en perspectiva que es el que más rápido, acelera de 0 a 100 km/h en 3,7 segundos. Y la velocidad máxima está autolimitada a 250 km/h. Para comenzar, Melchor o mejor dicho el Audi TT RS ofrece un valor nada despreciable.

Mercedes-Benz A-45 AMG, el rey Gaspar

Es el práctico. La marca de la estrella ha creado en su compacto superventas una verdadera máquina devora-asfalto. Y es que el Clase A en su vertiente más deportiva, viste como ninguno la imagen deportiva sin concesiones. Es desde mi punto de vista, el más bonito, sugerente y… espectacular. A su imagen de compacto “premium” los chicos de AMG le han añadido un frontal muy agresivo, con splitters ubicados en lugares estratégicos para optimizar el flujo de aire, un difusor trasero con dos poderosas salidas de escape, y un elemento que brilla por encima de la competencia, un soberbio alerón trasero nada discreto, que ubicado al final del techo optimiza la aerodinámica y logra un mejor equilibrio de pesos cuando circulamos rápido. La solución es más efectiva que efectista, y está bien conseguido ubicarlo en lo alto del portón trasero. Unas preciosas llantas de 18 pulgadas redondea una imagen exterior de lo más racing. Encima es el único de todos que tiene cinco puertas y un maletero de 341litros de capacidad, por lo que en términos prácticos es el más deseable. Su interior está en la línea de todo Mercedes, bien realizado, acabado y con mucha calidad. Su grueso volante, sus aireadores, los relojes de la instrumentación y unos asientos deportivos que recogen a la perfección hacen del A-45 AMG el compacto deportivo definitivo.

Pero hay un detalle que gusta y mucho, y que es objeto de deseo, es la pequeña palanca de cambios de diseño AMG que hace del A-45 un compacto perfecto. Mercedes ha realizado un gran trabajo con su compacto, y AMG le ha puesto una pequeña bomba bajo el capó para ser todo una pieza de deseo. Mecánicamente es el único con motor de 2.0 litros de cilindrada. Esto no es excusa para que los ingenieros de AMG le hayan dotado de unos prodigiosos 381 CV de potencia turboalimentados y que entregan un par máximo de 475 Nm. El funcionamiento del motor es algo sensacional, por lo suave y rotundo que se muestra en cada una de las fases de funcionamiento. Su sonido es muy bonito, metálico y ronco. La caja de cambios de 7 velocidades no es la más rápida, pero permite manejar al pequeño AMG de manera solvente. Todo este cóctel explosivo permite alcanzar el 0 a 100 km/h en sólo 4 segundos, y generar un gasto medio de combustible de sólo 7 litros, y con estas cifras, quién quiere un diesel. Nuestro segundo contrincante es un hueso duro de roer, pero muy apetecible.

Porsche Cayman S 718 como rey Baltasar

Dejamos para el último “rey mago”, al deportivo que todos quisiéramos tener en nuestro garaje. Todo un Porsche Cayman. Y muchos os preguntaréis que hace un deportivo de raza como el Cayman en esta comparativa. La respuesta puede no ser convincente pero es clara, los vehículos de Porsche, sea el que sea, son objetos de deseo de todos a los aficionados al motor y había que incluirlo para valorar equitativamente al resto. Es el único tracción trasera, todos los demás poseen tracción total para evitar las consabidas pérdidas de tracción que generan sus motores de gran potencia. También es único en la ubicación de su sorpresivo motor de 4 cilindros y tipo Bóxer, en posición central trasero. Así que siendo tan distinto, el aspecto exterior e interior del Cayman es de lo más discreto. Claro que llama la atención, y mucho, pero no necesita de aditamentos para hacerlo sugerente. Por su atractiva silueta, ya destroza cuellos a su paso, es con mucho el más elegante. Externamente sorprenden sus enormes ruedas con llantas de 19 pulgadas y las generosas gomas del eje trasero que son de medida 265/40. Sin abandonar su parte trasero donde se vislumbra un pequeño alerón, destaca su doble salida de escape dispuesta en posición central. Pasando a su interior, encontramos mucho de lo visto en los coches anteriores, interiores bien resueltos y de gran calidad que aportan un extra a lo que se esconde en su corazón mecánico. Y el interior del Cayman es muy Porsche, y eso nos gusta. Todo está en su sitio y los diferentes botones se localizan rápidamente. Asientos deportivos, palanca de cambios, instrumentación y volante todo pensado para rodar rápido y de manera efectiva. Y mucho confort, viajar a bordo no será nunca una tortura. Los dos maleteros disponibles ofrecen en conjunto 312 litros de capacidad.

Su corazón mecánico de tipo Bóxer de 2.5 litros de cilindrada entrega 349 CV de potencia, la menor de todos los comparados, pero debido a que los demás cuentan con tracción total y esta resta de media unos 10 CV de potencia, el Porsche no queda descolgado. Entrega un par de 420 Nm en casi todo el rango de revoluciones. Su nueva disposición de 4 cilindros a provocado muchas inquietudes por si el nuevo motor reducía drásticamente el carácter del Cayman, y lo cierto es que no se aprecia tal pérdida de ADN en el Cayman. Es más, ahora es más eficiente y efectivo ya que el motor pesa menos y por lo tanto aligera el peso del conjunto lo que le hace más rápido y ágil a la vez que contribuye a un gasto menor de combustible aumentando su autonomía. Y si a todas estas mejoras añadimos una caja de cambios PDK de 7 velocidades, rápida y eficaz, podemos asegurar que el nuevo Cayman S 718 es de largo el mejor de toda la comparativa. Es rápido, ágil, eficaz y eficiente con todo el ADN de Porsche en cada detalle del vehículo. Sus cifras son de una velocidad máxima de 285 km/h autolimitada, aceleración de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos, y un gasto promedio de 7 litros.

BMW M240i, en su papel de Papá Noel

Y ahora nos toca el apegado, el que no queríamos pero que aquí está, el mini-M2. Creo que somos de los pocos medios que no sabe lo que es subirse a un M2, y con la preparación de esta comparativa no hubo tampoco mucha suerte. Así que recogimos algo que se parecía más bien poco a un M2 y que no lucía a igualdad con el resto de contrincantes. Mecánicamente, nada que objetar, un poderoso propulsor de 3.0 litros con 340 CV. Presentado así, era el menos potente, el menos atractivo y también el menos gracioso. Queríamos el BMW M2, y este no llegó. Una verdadera pena, porque el M240i puso todo de su parte para gustar, pero no lo consiguió. De pareja de baile tenía mucho donde elegir, y claro, todos iban con sus mejores galas a la fiesta, Audi TT RS, Mercedes-Benz A-45 AMG y Porsche Cayman S 718. ¿Qué hacía un M240i en esta fiesta?, sencillamente bailar sólo, y esto fue lo que pasó.

Exteriormente es un BMW Serie 2 con aletas un poco ensanchadas y una parrilla específica. La parte trasera tenía un poco más de gracia y albergaba los dobles escapes traseros. Llantas de 18 pulgadas firmadas por M-Performance. En su interior, todo bien ubicado y de calidad. Nos gustó mucho su confort de marcha, pero se parecía más al de un Seat León Cupra que al de un Audi TT RS. El accionamiento de la palanca de marchas, sin objeciones, pero molaba mucho darle a las levas para conducir al mini-M2. Eso sí, para hacer un viaje el maletero dispone de 390 litros de capacidad. Mecánicamente ofrece un 3.0 litros dispuesto en posición longitudinal, y eso me gustó mucho. Hacía mucho tiempo que no veía uno de estos, y la verdad me hizo mucha ilusión. Entrega un par máximo de 500Nm, el mejor de todos, entre 1500 y 4500 revoluciones, lo que hace que el motor estire y estire. No tiene fin, entrega potencia siempre y suena de lujo. Toda una experiencia viajar con este pequeño mini-M2. Además entrega unas cifras bastante notables, acelera de 0 a 100 km/h en sólo 4,6 segundos y gasta una media de 7 litros cada 100 kms. Así que nuestro particular Papá Noel es un digno contrincante.

DESTAPAR EL TARRO DE LAS ESENCIAS

Una vez vistos nuestros compañeros de viaje, vamos a contar relajadamente como se comportan entre ellos, y quién va destacando. Una cosita antes de empezar, como prueba comparativa es la opinión desgranado por un grupo de especialistas, cada uno libremente puede sacar sus propias conclusiones, muy respetables, por cierto. Ya hemos contado como son, y lo que pueden ofrecer individualmente, pero si los mezclamos, ¿que pasa?. Vamos a ello. Todos hemos visto que pueden correr y mucho, pero quién de los cuatro lo hace de manera más eficaz es el Porsche Cayman S 718 por su excelente reparto de pesos gracias a la disposición central de su motor Bóxer y a su estudiada aerodinámica. Acelera y corre de manera endiablada, pero siempre se muestra muy eficaz, y en los apoyos apenas percibimos movimientos parásitos de la carrocería. En este apartado, el equilibrio lo encontramos en el A-45 AMG y en el M240i, siendo superior la dinámica de marcha en el modelo de la estrella que en el que ofrece la marca bávara.

En el otro extremo encontramos al radical Audi TT RS que si bien ha querido ser un mini R8, es el que se muestra más explosivo. Resulta nervioso, vivo, y a pesar de su tracción quattro deja muchas pérdidas de motricidad. Hay que tener manos, y saber deshacer enredos cuando el TT RS de muestras de nerviosismo. Su capacidad para acelerar y devorar kilómetros le hacen muy temible, y cuando le coges el tranquilo a las trasferencias de peso es un vehículo de lo más disciplinado. En esta ocasión gana el Cayman S 718 sobre el resto por su perfecta combinación de chasis, motor y tracción.

Por transmisión de sensaciones al volante, todos envían mucha información al conductor, leen bien lo que pasa debajo de las ruedas, y del único que hay que estar pendiente es del impaciente TT RS al que sus 400 CV le pasan factura. En confort de marcha, tanto el compacto de Mercedes-AMG como el mini-M2 de BMW ganan la partida ya que ofrecen mas espacio interior y al tener más batalla resulta más confortable viajar ya que sus reacciones son más previsibles. En este apartado, el Cayman S 718 y el TT RS aportan un extra de picante, su batalla más corta les aporta agilidad y rapidez de reacciones.

Un coche potente no es sólo cuestión de tener mucho motor y caballaje, hay muchos factores que aportan equilibrio al conjunto, y ahora prima el equilibrio entre dinámica de marcha y confort. Y aquí de mayor a menor son el Mercedes-Benz A-45 AMG, Porsche Cayman S 718, BMW M240i, y Audi TT RS. Y una pieza fundamental para que ese equilibrio sea evidente es las distintas cajas de cambios de nuestros queridos deportivos compactos. Todas ellas de 7 velocidades y de accionamiento rápido, ágil y muy eficaz en los desarrollos. Además su accionamiento mediante levas en el volante no es un mero detalle estético, y funcionan a la perfección. Nos ha gustado mucho la PDK del Cayman por su diseño de gran palanca, pero el resto está a igual nivel. En lo relativo a suspensiones y frenos, todos tienen mucho que decir y aportar. Los cuatro son de frenadas contundentes y poderosos gracias a enormes equipos de frenos, pero aquí ganan los equipados por el modelo de Audi con unos discos delanteros de 370 mm. y 310 mm. en los traseros. Las suspensiones son firmes en todos ellos, y ayudan sobremanera a realizar diferentes cambios de dirección de manera segura y ágil. Los más enérgicos son los que monta el Audi TT RS que no penaliza en demasía el confort de marcha del producto germano, y el resto sin llegar a ser tan intrusivos, cumplen con sobresaliente el cometido que se les ha confiado. Todos buscan carreteras con muchas curvas y asfalto abrasivo. Ninguna de ellos le dejará en evidencia por su eficacia en todos sus apartados mecánicos. Son productos bien hechos para durar mucho.

CONCLUSION MAGICA

Los cuatro son ganadores, y los cuatro son deseables. Puede que el mini-M2 no se encuentre cómodo ante tanto despliegue estético, pero cumple sobradamente su cometido, ya que es un modelo explosivo, con carácter, de mucha calidad y que permite realizar largos viajes con total confort. Además todos gastan de media 7 litros, lo que les otorga cierta autonomía al realizar un viaje. El Porsche Cayman S 718 destila mucho ADN deportivo, además tiene un perfecto equilibrio entre chasis, es de los mejores, motor central y tracción trasera. Todos estos elementos le hacen imbatible y además con el nuevo motor de 4 cilindros, el Porsche gasta muy poco. El AMG de Mercedes, el A-45, es de largo el más práctico y funcional para el día a día. Sus 5 puertas y un maletero con portón le hacen sumar puntos en lo que se refiere a movilidad. Su motor desarrollado por AMG y su coqueta palanca de cambios sumado a una estética agresiva pero atractiva y el poder viajar con más amigos en las plazas traseros le hace muy, pero que muy deseable. Audi TT RS, le hemos dejado para el final por ser quién a forzado a los demás a ponerse las pilas. Lidera el segmento de los mini-deportivos con 400 CV de potencia y una estética radical. Para mi gusta es el más fiel a su origen, ofrece potencia sin riesgo gracias a la tracción quattro. Es el más nervioso, pero también el más deportivo “puro”. Aquí tendrá que lidiar con el Cayman S. Nadie ha ganado y tampoco perdido, bueno, nos hemos quedado con las ganas de poder comparar el M2 de BMW, pero otra vez será.

© Jesús M. Izquierdo / ®Jetxu