MASERATI LEVANTE diesel: EL GUAPO DE LA PELICULA

 

Atractivo, elegante, bien plantado, o sencillamente espectacular. Así es el nuevo especímen de Maserati. Un aguerrido Levante, el SUV de la marca del tridente, impulsado por un brillante propulsor diesel V6 de 275CV de potencia. Todo el potencial de la familia Maserati, en el SUV de altas prestaciones más atractivo del mercado. Caja de 8 velocidades, suspensión neumática, y una excelente capacidad off-road junto a una estética poderosa y atractiva para, en definitiva, ofrecer uno de los productos más deseados del segmento premium.

Subirse a los mandos del nuevo Maserati Levante diesel provoca cierto cosquilleo y cierta dosis extra de adrenalina. Su elegante imagen exterior provoca un regusto apetecible ante lo que se supone ponerse a los mandos de todo un Maserati. La marca del tridente, con sus altibajos, sigue ofreciendo ese puntito extra de admiración que no poseen muchas delas marcas premium del mercado. Un Maserati es un maserati y punto. Su estampa muestra “casi” todo el potencial que esconde bajo el capó, y digo casi porque para ello tenemos que subirnos a una version S de 430 CV. Una vez sentados a los mandos y pulsamos el botón de arranque, el sonido proveniente del escape nos engancha, suena más a gasolina que a diesel. Su delicioso ronroneo nos dice bien a las claras que no se va a dejar intimidar. Un simple “cójeme si puedes”, de 2 toneladas y 275 CV.

ALGO MAS QUE ESTETICA

Exteriormente llama la atención su nuevo frontal, con grandes aberturas para ayudar a la refrigeración de motor y frenos, y su parrilla presidida por un imponente tridente. Causa por la cuál no puede llevar antinieblas. Calza neumáticos de tipo “Run-Flat” con medida 265/40, sobre unas bonitas llantas de 21 pulgadas. Las molduras van pintadas del color de la carrocería.

En el interior, el habitáculo es de lo más acogedor. Pero si hay un detalle que llama poderosamente la atención son las enormes levas fijas situadas detrás del volante, que nos harán disfrutar de la conducción del Levante, y de qué manera. En otro aparatado de cosas que nos encontraremos en su lujoso interior, es el tridente que preside el volante deportivo, embellecedores de las puertas, reposacabezas, reposapiés y palanca del cambio. El panel de instrumentos de fácil lectura y con toda la información disponible a un golpe de vista. La ergonomía, calidad de ajustes y acabados e incluso el manejo del mando central es en cierta manera intuitiva, aunque se tarda un poco en hacerse con él. Es posible manejar el navegador, sistema de sonido, climatizador y hasta el teléfono. En la consola central encontraremos el corazón del Levante, con sus disferentes modo de conducción, el eficiente ICE, el famoso Sport y el sorprendente Off-Road.

CORAZON HIPOTENSO

El poderoso motor V6 de 3.0 litros de cilindrada rinde 275CV de puro sabor. La inyección directa y el turbocompresor van asociados a una caja de cambios automática de variador continuo de 8 velocidades con levas en el volante, que es posiblemente el punto débil del SUV italiano. Los escalonamientos de las marchas no son todo lo preciso que se espera de un coche con el pedigrí del Maserati. En modo Sport las cifras son más que entusiastas, con una velocidad máxima fijada de 230 km/h, una aceleración que pasa de 0 a 100 km/h en escasos 7 segundos y el consumo medio se detiene en unos notables 7,5 litros. Las cifras están muy en consonancia con sus competidores directos. Eso sí. Si queremos despertar a la bestia no tenemos más que apretasr el botón Sport de la consola central. Y todo cambia e repente, su sonido es cautivador, y las sensaciones que transmite son muy placenteras.

Pero tanto potencial necesita de la tecnología para transmitirla al asfalto sin brusquedad, y siempre de manera razonable. Pero vayamos a lo que nos interesa, como se comporta fuera del negro asfalto. Pues la verdad, sorprende lo bien que se mueve, y aunque estamos dentro de 2 toneladas de peso, se muestra ágil en las reacciones. Para convencernos de ello, el Maserati Levante equipa el sistema off-road, que con sus dos niveles de uso le hacen intratable fuera del asfalto. Este se encarga de aumentar la altura al suelo de la carrocería de manera automática 2,5 centímetros y manda el 10% del par al eje delantero. Y todo ello en escasos 150 milisegundos. Pero hay más, en la posición más elevada, se muestra casi como un 4×4 puro, tipo Land-Cruiser, y es ahí donde se ve desplegada toda la artillería campera, con 50 centímetros de capacidad de vadeo, 22º de ángulo de ataque y 26º de salida.

QUEMAR ASFALTO

Semejante máquina destila cierta desconfianza al rodar rápido. Semejante derroche de energía puede asustar, pero lo cierto es que se maneja casi como un Ghibli, la referencia, y manejarse en carreteras reviradas es todo un ejercicio de fe y buen hacer. No transmite movimientos parásitos, y no tiene tendencia a ir de morro salvo en los apoyos fuertes. Frena mejor que acelera, y su sistema ABS no es muy intrusito. Dosifica bien la fuerza de frenada, sin brusquedades. La dirección es rápida, y se endurece en función de la velocidad. La caja de cambios se mostró eficaz en cada movimiento. La única pega es el accionamiento de la marcha atrás, que siempre se nos olvidaba pisar el freno para accionarla. Las incursiones al campo serán unas cuantas en cuanto descubramos su valía. Puede que no sea su terreno, y su alimento sea el asfalto negro de todos los días. Su manejo permite un uso casi diario. Su hábitat, al igual que los guepardos, son las carreteras abiertas donde se muestra generoso y muy eficaz.

Su imagen de vehículo familiar, puede traer a engaños. Por un lado es grande para viajar con la familia tranquilamente, pero por otra esconde una faceta aventurera dispuesta siempre a darnos una alegría. Se desenvuelve fenomenal por caminos de tierra. Su precio, accesible desde 84.500 €. Disfruten.

 

 © Jesús M. Izquierdo & Jetxu®

  jm.izquierdo@onmotor.es


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