Tímido pero muy trabajador. Así lo definen quien mejor lo conoce, su mujer. Eva María Domínguez, esposa de Jesús Lorden, tercero de los miembros de Sacorauto, asegura que este ponferradino está completamente convencido del trabajo que está haciendo en IRONCAR. “Está bastante ilusionado, aunque un poquito agobiado también por el trabajo que tiene. Tiene muchas responsabilidades y esto [en referencia al programa] sabía que le iba a quitar mucho tiempo. Pero él es un aventurero”, apunta Eva que comparte su vida con Jesús desde hace 27 años.

Aunque Jesús y el resto de los representantes de , como los de los otros equipos, no se conocían de antemano, éste está muy contento con el grupo que han conformado. “Han congeniado. Dice que tienen el mismo tipo de carácter y alegría”, señala su mujer quien recalca que en todo lo que él participa “ella lo ve ganador”.

Y en esta ocasión no iba a ser menos. En este sentido, Eva asegura que todo lo que Jesús se propone lo consigue y que ella siempre estoy ahí animándole: “festejaremos que ha ganado. Eso lo tengo seguro”.

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Jesús Lorden, de pie, junto a su compañero Jesús Villamayor trabajando en el Alfa 156

En casa como entre sus amigos, de momento, ya es el vencedor. De eso no cabe duda alguna. “Sus hijos están muy contentos, muy orgullosos de su padre. Eso siempre. Les hace mucha ilusión y quieren venir a verlo”, apunta Eva en el descanso de la grabación de uno de los programas. El único al que ha podido ir a animarle. Explica que al más niño más pequeño le encantan, como a su marido, los coches. “Creo que el pequeñajo va a llevar los pasos de su padre”, matiza.

A pesar de conocerse desde hace tanto tiempo a Eva le ha sorprendido Jesús en su nueva faceta. Y es que creía que siendo una persona “bastante tímida” le costaría abrirse ante las cámaras. Pero para sorpresa suya lo ve “demasiado suelto”. No obstante, tiene claro a qué se debe. Para ella es un síntoma de que Jesús está ilusionado y a gusto: “eso es por la gente de alrededor. Si le da confianza se abre enseguida”.

Algo recíproco ya que, como señala Eva, Jesús no sólo es “la mejor persona del mundo” sino un mecánico 24 horas. “Siempre está liado arreglándole un coche a algún amigo o familiar”.