Fueron dos excitantes días a los mandos de un extratosférico roadster de 321CV.
UNA AUTENTICA AVENTURA
Un par de días, sólo un par de días pudimos disfrutar de un coche de los de verdad. Un todopoderoso BMW Z3 M con 321CV de potencia, conduciéndolo sin techo y sin más aditivos que una tracción trasera que nos hacía sentir poco más que un juguete. Dos días para probarlo y hacerle una sesión de fotos (no he podido rescatar el resto de la galería, y las que publico no son las mejores ni mucho menos). Con el confinamiento quiero rescatar un automóvil incomprendido por la mayoría, amantes de los TDi y amado con locura por unos pocos. A continuación el resultado del reportaje realizado para el diario castellano Gente Burgos.

El BMW Z3 M Roadster es de los vehículos más excitantes del mercado. También es uno de los automóviles más complicados de conducir. Posee un corazón mecánico de 325 CV de potencia y poco menos de 1.500 kilogramos. Su excitante conducción compromete a realizar un pilotaje muy fino. Cuando hablamos de supercoches, siempre hacemos clara referencia a marcas como Porsche, Ferrari o Lotus, por nombrar unas pocas. El caso de BMW con su modelo Z3 es algo singular, ya que su andadura estelar comenzó en la gran pantalla con una película de James Bond y donde el convertible bávaro quitó mucho protagonismo al héroe británico. El BMW Z3 M en su variante Roadster, es de los pocos vehículos en la actualidad que despierta las envidias más insanas del usuario cotidiano. Su poderoso propulsor M de 325 CV de potencia tienen mucha, mucha culpa.
Dentro de unos meses será sustituido por un vehículo más actual, y nos parece que un poco menos atractivo de diseño. Aún así, el pequeño BMW cuenta con una línea exterior sumamente atractiva, y con cierto aire retro como queda palpable en el prolongado capó delantero que alberga el poderoso propulsor de seis cilindros en línea. La parte trasera ha tenido que ser modificada para albergar el espectacular conjunto de gomas de 245 mm. y llantas de 17 pulgadas. La visión trasera es realmente espectacular, con dos pasos de rueda abultados y la salida de cuatro tubos de escape. En general la claridad de líneas se ve rota por la inclusión de pequeñas branquias en la aleta delantera que aloja el distintivo M.

MAGIA EN EL MOTOR
Que el propulsor del Z3 M es algo poco corriente lo deja bien claro su motor de 3.3 litros de cilindrada y 325 CV de potencia a 7.400 rpm. Todo ello sin necesidad de recurrir al turbo para alcanzar semejante cifra de potencial. Perezoso en bajo régimen, se muestra un diablo en el mismo instante que rozamos las 2.500 rpm. El rugir y rodar del vehículo destapa el sentir del aire en la cara y las miradas atónitas de la gente a nuestro pasar impetuoso. En ciudad el Z3 M se muestra un tanto nervioso, y porqué o decirlo torpe. Pero las cosas cambian y mucho en el momento que entramos en contacto con el asfalto negro de una carretera abierta. El poderoso 6 cilindros se despierta del letargo, y pide con insistencia el engranaje de una marcha tras otra, el escalonamiento es rápido y preciso, con el único fin de devorar kilómetros sin parar. En carreteras sinuosas con un sinfín de curvas, el Z3 se mueve con alegría y mucha agilidad. Exige concentración en la conducción, ya que encontraremos el límite mucho antes que e propio coche. No cuenta con control de tracción, con lo que los derrapajes pueden aparecer con demasiada insistencia. El susto puede estar asegurado si no somos conscientes de lo que tenemos entre manos. En cuanto a prestaciones, consume una media de 11,1 litros cada 100 km, acelera de 0 a 100km/h en escasos 5 segundos y la velocidad máxima esta autolimitada a 250 km/h. Los frenos son simplemente sensacionales y no acusan fatiga tras un uso excesivo. La dirección a pesar de ser asistida transmite todas las sensaciones de la carretera con fidelidad. Es rápida y precisa.

LUJO Y DIVERSION
El habitáculo como en todo biplaza que se precie cuenta con lo necesario para hacer divertido un largo viaje. En el caso del vehículo alemán encontramos más de lo necesario, como Radio-CD, tapicería de cuero, elevalunas eléctricos y capota eléctrica. Las pegas que encontramos en un vehículo en el que hay que desembolsar cerca de 60.000 euros es la luneta trasera de la capota de plástico, esta con el tiempo amarillea y se oscurece, el lector de CD ante cualquier bache interrumpe la canción, y termina por fastidiar el CD que estamos escuchando. En general, la luneta tarda escasos 20 segundos en recogerse, y disfrutar de semejante máquina a cielo abierto es algo al alcance de pocos, los privilegiados que puedan costear el precio final del deportivo descapotable más excitante del mercado, y es que pilotarlo no es cosa de niños.
Motor: Delantero longitudinal
Cilindrada: 3.246 cm3
Potencia: 325 CV. a 7.400 rpm.
Caja de cambios: Manual de 5 velocidades
Dirección: Asistida variable
Suspensión: Independiente
Velocidad máxima: 250 km/h (autolimitada)
Aceleración: 5,3 seg. de 0 a 100 km/h
Consumo medio: 11,1 l/100km
Precio: 60.240 euros

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